domingo, 3 de octubre de 2010

BLV Polo Artistiko

foto: acción de Juan Inciarte. Alejandro de la Rica

Exposición: BLV POLO ARTISTIKO
Museo de Reproducciones Artísticas. Calle San Francisco 14. Bilbao
7 al 15 de Octubre 2010
Inauguración Jueves 7 de Octubre 20 h



BLV POLO ARTISTIKO es una exposición de carácter documental fruto de un trabajo de investigación entorno al mundo del arte en la zona de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala. Si bien es cierto que cada vez más personas descubren la intensa actividad artística y cultural de ésta zona son pocos los que saben que éste polo artístico bilbotarra tiene su propia historia. A través de ésta exposición acercamos ésta historia a todos aquellos que quieran participar de ella.

Con el fin de llevar a cabo este proyecto, Txema Agiriano, comisario, crítico e investigador en Arte y director del festival MEM, ha contactado y ha entrevistado a muchos de los protagonistas, recogiendo archivos e información con los que se ha conformado la exposición que ahora vemos. Safi Gallery, Kultur Bar, X-Planet, Las Chamas, La Merced, La Brocha, BilbaoArte, Palanka, Sarea, Abisal, Espazio Marzana, MEM, Amatau TV, A+T, Anti, Netlach,… y muchos otros forman parte de ésta historia que ahora intentamos dar a conocer. Muchas de las iniciativas artísticas de los años ochenta y noventa en BLV eran desconocidas no sólo para muchos de los nuevos galeristas, productores culturales y artistas que trabajan en el barrio, sino incluso para algunos de sus coetáneos. Esperamos que ésta pequeña exposición, que confiamos pueda desarrollarse en un futuro, y que es fruto de un trabajo que habría sido imposible sin la entusiasta colaboración de los artistas que vivieron aquellos espacios y momentos, sirva para dar valor a estos pioneros del arte en BLV.

Ésta exposición ha sido organizada por el festival internacional de artes experimentales MEM, nacido en 2002 y con sede en San Francisco y que forma también parte de ésta humilde historia.

La exposición se enmarca dentro de las jornadas culturales BLV Art. Puente a la Cultura 2010.

http://mamorro.blogspot.com/2010/08/blv-polo-artistico-en-euskal-herria.html


Agradecemos la colaboración desinteresada de Alejandro de la Rica, José Ramón Bañales, Alberto Urkiza, Beatriz Silva, Fausto Grossi, Josu Rekalde, Felipe Uribarri, Aurora Suárez, Amatau TV (Oier + Tasio), Oto, Ramón Churruca, Carmelo Camacho, Emilia Epelde, Amaia Atorrasagasti, Espacio Philippe Pascal, Oto León, TVE en el Pais Vasco, Maria PTQK, A+T, Ismael Iglesias, Mikel Eskauriaza, BilbaoArte, José Lis Arrizabalaga, Fito Rodríguez, Espacio Marzana, Espacio Abisal, Mugalari, Museo de Reproducciones Artísticas, y un largo etc.

domingo, 5 de septiembre de 2010

cine en Pulimentos

Vuelve el cine a Pulimentos del Norte. Gratis:

Miércoles 1 de Septiembre 19 h:
Saló o los 120 días de Sodoma de Pier Paolo Pasolini

Miércoles 8 de Septiembre 19 h:
Los Cuentos de Canterbury de Pier Paolo Pasolini

Miércoles 15, 22 y 29. Ciclo de Cine y Memoria:
Histoire(s) du Cinema de Jean-Luc Godard

Miércoles 15 de Septiembre 19 h:
Histoire(s) du Cinema de Jean-Luc Godard
Todas las historias
Una historia sola

Miércoles 22 de Septiembre 19 h:
Histoire(s) du Cinema de Jean-Luc Godard
Solo el cine
Fatal Belleza

Miércoles 29 de Septiembre 19 h:
Histoire(s) du Cinema de Jean-Luc Godard
La moneda de lo absoluto
Una ola nueva

Miércoles 6 de Octubre 19 h:
Histoire(s) du Cinema de Jean-Luc Godard
El control del universo
Los signos entre nosotros

Pulimentos del Norte
Calle Cortes 29-31. 6ºE
48003 Bilbao
http://pulimentosdelnorte.com/
http://www.openmem.com/

lunes, 5 de abril de 2010

El Almuerzo Desnudo de David Cronenberg


Ciclo de Cine y Memoria gratis en Pulimentos del Norte (Calle Cortes 29-31. 6º E 48003 Bilbao)

Miércoles 7 de Abril:

"Naked lunch" (El Almuerzo Desnudo) de David Cronenberg (1991) 115 min


El Almuerzo Desnudo

Las resonantes mansiones del dios subterráneo

 

La Edad Media se representó el fin de la vida como un conflicto entre el alma y la muerte por el control del cuerpo (de ahí el término agonía: agon, es decir lucha, combate). Durante mucho tiempo el cuerpo sólo fue visto como un sustrato sucio, como un resabio que amarraba lo puro (el alma). Esta idea surgida en los cultos órfico-pitagóricos, y popularizada por Platón era una idea revolucionaria en Grecia.

La Grecia clásica tenía una concepción totalmente distinta (como lo hizo notar Nietzsche en El Origen de la Tragedia). Para un griego el cuerpo no era sólo el sostén del alma, era el lugar, el sitio en que el hombre habitaba: el único sitio en que el hombre podía existir. No había vida después de la muerte del cuerpo. Es cierto que el alma descendía al Tártaro, pero esa sobrevida no tenía ninguna relevancia, era (a lo más) un resultado inesperado en el que se conservaba el recuerdo de lo vivido, pero sin la capacidad de sentir el placer que producía cuando se estaba vivo.

 

Esta concepción griega es central para entender una película como El Almuerzo Desnudo (Naked Lunch) de Cronenberg. Podríamos decir que la película es un viaje, un descenso a la oscuridad opaca de los paraísos artificiales (en palabras de Baudelaire), una road movie entre los insterticios de una conciencia.

 

Este regreso delirante lo realiza el protagonista (Lee, alter ego de Burroughs) exaltando su constitución física a través de las drogas, es decir, dejando fluir los estados de conciencia en que ya no hay distinción entre el dentro-fuera. Las drogas son una especie de catalizador que difumina los límites claros de la metafísica platónica que habíamos señalado antes. Eso es lo distinto con el excelente libro de Burroughs. Aquí el protagonista no son las drogas, sino el cuerpo que se ve liberado por ellas.

Como decíamos al principio, en la Grecia clásica tenían una palabra para explicar la relación que se establece a un nivel puramente físico, los sentimientos no auratizados, lo que nosotros llamaríamos la "atracción o repulsión de piel", o el "caer bien o mal de presencia". Esa palabra es pathos. Pathos es la característica que define a los hombres (incluyendo a los dioses, que poseen un pathos inmortal, sólo alterado por las aguas de la Estigia) y los animales. El pathos es la energía de la vida y se concentra en el cuerpo. Es por eso que al morir se pierde.

Cronenberg logra presentar ese elemento en El almuezo Desnudo.

Es cierto que el tema de la corporalidad y sus límites representacionales es su tema, pero aquí como en muy pocas películas (la excepción podría ser La Zona Muerta, pero no queremos extendernos en ella), desarrolla una interrogación sobre los límites desinenciales, en la medida que toda conjugación se desarrolla a partir de las certezas pasadas: para decir de algún modo, es necesario contar con un contenido representacional al que asociar la imagen, el sonido o lo que sea. Pero, ¿qué sucede cuando esos límites son interrogados en su propia condición de desarrollo, en su causa del movimiento?

¿Qué hace de un límite una condición transitoria? No digamos ya una transición abstracta, una transición de cualquier parte a cualquier parte, sino una transición del yo teatralizado, puesto en escena en la "realidad", limitadas sus pulsiones, hacia el yo en que dicha realidad y su decir se fragmentan, se desterritorializan (Deleuze-Guattari) y se vuelven identidades difusas.

¿Aparece el deseo en El Almuerzo Desnudo? No, no hay deseo cuando no hay una subjetividad soberana, un significante-amo que domine. Esta es una gran novedad de Cronenberg, no ya el doble diluido de Inseparables, sino la experiencia del fragmento que es incapaz de relacionarse consigo mismo. Lee (el Lee de Cronenberg) no es móvil ni inmóvil, en él todo descansa en la condición frágil de lo pasajero, de lo transitorio. Pero no de una transición hacia algo, sino de una transición que se cierra, que cuaja en el constante desaparecer de las certezas, de las creencias en que los términos, las palabras, los objetos guardan en sí una esencia que (si bien es difícil) se puede descubrir.

Ya no hay relación con fenómenos, con entes, con apariencias, sino con residuos, cadáveres. La memoria de Lee en El Almuerzo Desnudo no logra estructurar un todo coherente, y eso no se debe a las drogas, ellas sólo traducen una experiencia que el cuerpo conoce: el constante conflicto por mantenerse situado (es decir mantenerse en situación) espacial y temporalmente. Pero ese espacio-tiempo se le huye en la película. Y no lo hace bajo la apariencia ingenua de una realidad paralela, sino a través de la fuga del pathos que mantiene relacionado, cohesionado, lo que le aparece a la conciencia de Burroughs. En este sentido, la lucha, la guerra, en la que él toma parte es analogía de esta situación de dis-armonía que las drogas permiten vivir. Pero no es necesario utilizarlas para mirar por la ventana de la conciencia herida del protagonista.

Este es quizá uno de los puntos más altos e interesantes que Cronenberg trabaja experimentalmente en sus películas: la transformación del espectador en un vouyerista que disecciona a sus víctimas, como si asistiéramos a una obra de Artaud en que actor y personaje se funden en un acto sacrificial. Y es que el actor da lo mismo, el actor es el propio espectador que padece la violencia psíquica de recordar su cuerpo, de recordar las sensaciones que una larga tradición metafísica ha escondido, volviéndolas espirituales.

Es en ese sentido que no hay deseo (no hay alguien que desee), que no hay dolor, que no hay placer, sólo hay cuerpo sondeando su propia realidad, su propio desgarrarse continuo, intentando ver ahí donde no hay nada.

No es que la película ciegue nuestra vista interior, sino sólo que la lleva hacia la piel, hacia los excitantes fotosensibles y entonces les aplica una luz fuerte, fuertísima.

El protagonista (nosotros-él-nadie) está exiliado a un mundo vacío de referencias indiciales. Al igual que en la guerra que ya no podemos entender, Interzone, es ese lugar donde ya no hay historia ni objetivo.

Cronenberg fuerza de tal modo el poder de la amnesia que ya no funciona como olvido, sino como potencia activa. No es que perdamos algo, sino que el acto de no conservar es la actividad, la única actividad, que le queda por realizar a Lee y al resto de los personajes. Es en este giro (convertir el olvido en una forma de relación con el mundo y no pensarlo como carencia) que la película desplaza una angustia perversa: la pérdida de la temporalidad lineal.

Eterno retorno del olvido, pero no al modo de Memento, sino en un cuerpo que es pura mutación, pura transformación, donde ni siquiera los mensajes, escritos antes, tienen sentido (ni podrían tenerlo): Lee ha matado a su esposa desde siempre aunque nosotros lo experimentemos como callejón sin salida, como destino irónico (con sentidos que no podemos prever), como lanzamiento sin regreso.

Queda como anécdota de lo que he dicho un recuerdo de una de las veces que fui a ver El Almuerzo Desnudo.

Un tipo un par de filas más adelantes gritó (literalmente) durante toda la película sus opiniones y sensaciones. El resto de nosotros estábamos molestos. No podíamos entender que él era el espectador ideal de la pesadilla de perdernos.

Mario Sobrazo. Publicado originalmente en http://www.sepiensa.cl/

 

 

lunes, 29 de marzo de 2010

“Hiroshima mon amour” de Alain Resnais



Ciclo de Cine y Memoria en Pulimentos del Norte (Cortes 29-31. 6º E Bilbao)

Miércoles 31 de Marzo 2010 a las 19 h. gratis

“Hiroshima mon amour” de Alain Resnais

Francia/Japón 1959 VOS 90 min.

 

Hiroshima mon amour narra una historia de amor en la ciudad de Hiroshima entre una mujer francesa y un hombre japonés, ella marcada por una historia de amor que tuvo con un soldado alemán durante la Segunda Guerra Mundial; y él marcado por la tragedia de Hiroshima. Ambos están casados con otras personas, nunca se dirán sus nombres pero hablarán de todo, mientras a cada momento que pasa se amarán todavía más.

 

Durante los primeros quince minutos y mediante dos voces en off, asistimos a una denuncia sobre lo que pasó en Hiroshima. Luego el enfoque del film cambia radicalmente y se convierte en una historia de amor donde el tiempo pasado influye en el presente de los personajes, seres perdidos en sus propios recuerdos, y que no son capaces de soltar el sufrimiento, aceptar y atravesar el duelo.

 

En un principio los productores de Hiroshima mon amour querían que  Resnais realizase un documental, de no más de una hora de duración, sobre la bomba atómica. Chris Marker, director de fotografía abandonó el rodaje del film a los diez días. A Resnais no le gustaba el guión que Vitol Zargesky un amigo de Marker que había vivido largos años en Japón había escrito. Finalmente Resnais les dijo a los productores que mejor compraran alguno de los excelentes documentales que los japoneses había realizado sobre los efectos de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki. Mientras, Resnais estaba planeando filmar la novela Moderato Cantabile (1958) de Marguerite Duras pero intuía que habría problemas de financiación. Gracias a un contacto de la productora Resnais y Duras se pusieron a trabajar juntos en Hiroshima mon amour.

 

martes, 16 de marzo de 2010

L’ Annee derniere a Marienbad




Ciclo de Cine y Memoria en Pulimentos del Norte, Miércoles 17 de Marzo de 2010. 19 h.

L’ Annee  derniere  a Marienbad    (El año pasado  en Marienbad) 

de Alain Resnais. 1961 Francia (VOS) 91 minutos. Ganadora de León de Oro del Festival de Venecia



Decía Luís Buñuel en Mi último suspiro, que nuestra memoria es nuestra coherencia, nuestra razón, nuestra acción, nuestro sentimiento. Sin ella no somos nada. Pero la memoria es también invadida constantemente por la imaginación y el ensueño y, puesto que existe la tentación de creer en la realidad de lo imaginario, acabamos por hacer una verdad de nuestra mentira. Lo cual, por otra parte, no tiene sino una importancia relativa, ya que tan vital y personal es la una como la otra. Dijo Valle-Inclán que las cosas no son como son, sino como se recuerdan. Pero a veces, descubrimos que el pasado se ha borrado, es decir, que la memoria reinventa el mundo. El pasado es mucho más variable, flexible y manejable de lo que la gente cree, y también pudiera ser que los recuerdos no aparecen en nuestro pasado, sino otro presente nuestro que ignoramos. Leemos en La ignorancia, de Milán Kundera: “Nuestra memoria, la pobre, ¿qué puede hacer? Sólo es capaz de retener del pasado una miserable pequeña parcela sin que nadie sepa por qué precisamente ésa y no otra.”


El año pasado en Marienbad (1961) es un filme que nos ofrece un juego fascinante a través del tiempo y la memoria. Dirigida magistralmente por Alain Resnais y escrita por Alain Robbe-Grillet. Es también una de las películas más enigmáticas de la historia del cine.


¿Qué ocurrió realmente el año pasado en Marienbad? Rara vez una película ha suscitado polémica más activa e incluso virulentas. Se llegó a decir que ni tan siquiera el director y el guionista estaban de acuerdo; que según el primero, el año anterior se había producido un encuentro entre los dos protagonistas, mientras que, según el segundo, el episodio entero no era sino una fantasía imaginada por el narrador. Pero esta divergencia no era sino un recurso fríamente pensado, una indicación al espectador de cómo debía abordar la película; es decir, sin ideas preconcebidas.

La primera voz que se escucha en el filme es la del narrador, que va diciendo al principio sin que se le entienda muy bien, y luego cada vez más claramente; “Una vez más recorro estos pasillos,atravieso estos salones y galerías en este edificio de siglos pasados...”, mientras la cámara recorre morosamente los interiores de un gran hotel barroco. En uno de los grandes salones, el público contempla inmóvil una obra teatral. “Y ahora”, dice la actriz sobre el escenario, “soy finalmente tuya”. Cae el telón. El final de la obra prefigura la entrega de la protagonista de la película al acabar ésta. Poco a poco, a través de fragmentos de conversación, planos de personas cuidadosamente situadas o de grupos estáticos, la película va creando su perturbador universo, que puede ser real o imaginario. Los tres personajes principales comienzan a revelar sus respectivas identidades: la mujer melancólica que se aloja en el hotel junto a un imperturbable hombre que puede ser o no su marido, y un insignificante extraño, el narrador, quien afirma que la mujer le prometió encontrarse con él hace un año. Ella niega conocerle y haberle tratado; pero el extraño prosigue su cuidadosa táctica de persuasión:” ¿No recuerda aquella ocasión en la que, paseando juntos por el jardín, resbaló y se rompió el tacón del zapato?”. Más adelante, andando el uno al lado del otro, ella se tambalea y se agarra al brazo de él en busca de apoyo. Esta escena está rodada a cierta distancia, por lo que no queda claro si se rompe el tacón o no. ¿Ocurrió esta escena en el pasado, como afirma él, o es que la historia se repite? En esta delicada fusión entre pasado y presente no puede haber nada seguro. El filme sugiere muchas preguntas más. ¿No será ese extraño edificio, situado en medio de unos geométricos jardines, un sanatorio mental, y el hombre un psiquiatra que intenta hacer recordar a la mujer una experiencia emocional del pasado que se ha bloqueado inconscientemente en su memoria? Y sus ropas, típicas del estilo Chanel, y correspondientes a un determinado período histórico, ¿no proporcionarán acaso una clave para comprender lo que está ocurriendo? Parece que, en general, la protagonista viste de blanco en las escenas del presente y de negro en las del pasado, pero no siempre es así. ¿Y qué decir de la figura en sombras que parece ser su marido? ¿O es su amante? Casi siempre se le ve jugando con cerillas y ganándole en el juego al tercer vértice del triángulo, el no menos enigmático narrador. En un determinado momento, cuando éste parece estar a punto de obligar a la mujer a admitir la realidad del pasado, ella se vuelve hacia su marido y le suplica que no la deje. Su respuesta no parece ser más fría y razonada: “pero, si eres tú la que me estás abandonando”.


Cuando su predicción se hace realidad, ella le abandona sin sentimientos de alegría ni de autorrealización, sino como si estuviese partiendo hacia un destino desconocido. En este enfrentamiento de voluntades y persuasiones, ella parece ser la víctima de un sino inexplicable, que probablemente la conduce a la muerte y el olvido.


La eterna fascinación de El año pasado en Marienbad radica en que, cada vez que el espectador cree haber encontrado la clave del acertijo, se presenta un nuevo aspecto que echa por tierra todas sus teorías. Por ejemplo, cuando la mujer le pide al hombre que la deje en paz, él se apoya contra una balaustrada que se derrumba a causa de la presión. Debe tratarse de una fantasía pasajera, piensa el espectador, y, cuando vuelva a verse la balaustrada, estará intacta. Pero ¡sigue rota! ¿Refleja esto la inquebrantable convicción del personaje de que su fantasía se ha producido en realidad? ¿No es más probable que se trate de una metáfora del deseo de la mujer de verse libre del extraño? Pensándolo cuidadosamente, la segunda explicación parece más plausible. Pero, en lo referente a esta enigmática película lo único que se puede decir es “Creo”, y nunca “Estoy seguro”.

En una segunda visión, El año pasado en Marienbad, con sus sutiles claves, su complicada interrelación entre pasado y presente y su representación de una realidad que puede ser simplemente un sueño, adquiere el aspecto de una historia detectivesca. Las figuras (pues son más figuras que personajes) se mueven de manera exquisitamente controlada por un director que muestra la precisión de un hábil jugador de ajedrez. El mundo onírico en el que transcurre la historia posee la calidad de un cuento de hadas y, al igual que la mayoría de ellos, un cierto toque de amenaza oculta que acecha en todo momento a sus personajes.

Lo dicho; la fascinación que ejerce esta película se basa en su forma y su estructura, lo que la convierte en una obra clave para el cine modernista.


Francisco Machuca

http://fmaesteban.blogspot.com


martes, 2 de marzo de 2010

Memorias tecnológicas




Un amigo al que conozco hace tiempo ha vuelto de Barcelona donde vive desde hace ya 15 años para visitar a su madre que vive en Bilbao. Esta mujer de 75 años está perdiendo la memoria. Aun conserva relativamente bien el recuerdo de los hechos pasados, pero olvida como un pez todo lo que acaba de ocurrir. Le han mandado a unas clases de ejercicios memorísticos.
Estos casos son cada día más frecuentes. La esperanza de vida ronda los 80 años –en las mujeres vascas la sobrepasa- y con la edad perdemos nuestra memoria. Más exacto es decir que nos cuesta más fijar las cosas en nuestra memoria. Cuando la memoria falla nos encontramos desnudos frente al mundo. Nos parece que las cosas no están completas, estamos desorientados. Es por esto y naturalmente para mejorar nuestras capacidades que utilizamos memorias artificiales o tecnológicas.
Desde tiempos remotos el hombre a buscado sistemas para preservar los recuerdos. 
Platón hablaba en contra de la escritura –como sistema de preservar la memoria- pues opinaba que esta acabaría con la inteligencia. Si no fuera por la escritura difícilmente sus “inteligentes” apreciaciones habrían llegado hasta nuestros días.

En el film “
Memento” del inglés Christopher Nolan, su protagonista, Leonard ha perdido para siempre la memoria reciente. Cada vez que abre los ojos al despertar se encuentra en un sitio desconocido para Èl. Lo único que es capaz de recordar es a su esposa moribunda tras haber sido violada. Desde aquel día se ve obligado a utilizar medios artificiales –memorias tecnológicas- con el fin de hacer permanecer sus recuerdos. Su objetivo desde el trágico día, es acabar con el asesino de su mujer; para no olvidarlo se hará tatuar en su cuerpo el nombre del asesino y su intención de venganza. Vemos en la película la importancia de la memoria incluso para hacer las cosas más simples. Con el fin de suplirla utiliza notas escritas y una cámara Polaroid de fotografía instantánea. Las fotos que toma son su principal referencia. Sólo a través de ellas sabe quién es amigo y quién enemigo, dónde estuvo o cuál es su coche. Nuestra memoria funciona todo el tiempo, Èl al tener que substituirla por fotografías debe seleccionar sus momentos cumbre, lo que de verdad le parece importante recordar.

Una de las historias de las que forman la película “
Mistery Train” de Jim Jarmush, la titulada Far from Yokohama (Lejos de Yokohama) est· protagoniza por una pareja de japoneses Jun y Mitzuko. El chico saca fotos de las habitaciones de los hoteles. Ella le pregunta por qué y Èl le responde que porque piensa que las otras cosas ya las recordará, mientras que esto se perderá. La herramienta para guardarlas es una cámara compacta de fotos para aficionados. Nada de profesionalidad ni de intención artística. Una cámara de esas que son la versión moderna de la primera Kodak. “Tu simplemente disparas y nosotros hacemos el resto”. 

Si en el caso de “Memento” la elección refuerza y destaca un momento o un hecho que se consideran memorables, en este caso se trata de hacer memorable lo que en principio no lo sería.

En “
Paris, Texas” de Wim Wenders, Travis, su protagonista, parece no acordarse de lo que ha sucedido en los últimos cuatro años. Su hermano pone una película en superocho, un film familiar, grabado años atrás donde aparecen los dos hermanos, las esposas de ambos y el hijo de Travis, Hunter. Esta película ayuda al protagonista a recordar y a hacer florecer sus sentimientos.
Su hijo, muy pequeño cuando Èl se marchó, le reconoce a través de Èsta misma película. Conoce a su padre porque ha visto la película y le han contado que Èse es su padre, más que por el recuerdo de la imagen de su padre que Èl pueda tener.
Siguiendo con “Paris, Texas” vemos también como Travis lleva una foto de una parcela en Paris (Texas), el lugar donde fue concebido. Algo que primero forma parte de su historia personal, y a partir de ir al lugar y tomar esa fotografía también de sus recuerdos. Recuerdos contados e historia primero y luego también recuerdos visuales, reforzados además por la fotografía.
También lleva unas fotos de 
fotomatóndonde aparece junto a su mujer y su hijo. Lleva sus recuerdos en el bolsillo, diríamos. O más exactamente lleva la llamada a sus recuerdos en forma de fotografías en el bolsillo.

A través de estos ejemplos vemos como la fotografía o lo mismo el superocho, como cualquier imagen técnica o registrada favorece el recuerdo, el reconocimiento, la reconstrucción del pasado

Tan difícil como recordar, o aun más, es olvidar lo bien aprendido o memorizado. Cuanto más nos empeñemos en olvidar algo, más nos costará alcanzar nuestro objetivo.

En el film “
Eternal Sunshine Of The Spotless Mind” (Olvídate de mí) guionizado por Charlie Kaufmann y dirigido por el francés Michel Gondry, su protagonista Joel Barish (Jim Carrey) sufre al saber que su exnovia Clementine Krucynski (Kate Winslet) se está sometiendo a tratamiento para borr·rselo de la memoria. Actualmente científicos norteamericanos trabajan en este campo del olvido a través de la medicina. En 1988 James Black recibió el premio Nobel por el descubrimiento del propranolol, una substancia que ayuda a las personas que no pueden llevar una vida normal al no poder olvidar algún trágico suceso. Para borrar a alguien de nuestra memoria no basta con romper las fotos que nos hicimos en su día. Pero es una forma de empezar.

Txema Agiriano. Publicado originalmente en 9cDR es rüido bLando! el 6 de Febrero de 2005

Ciclo DE CINE Y MEMORIA: PARIS, TEXAS




Ciclo DE CINE Y MEMORIA: PARIS, TEXAS
3 de Marzo de 2010 en Pulimentos del Norte. Cortes 29-31. 6ºE Bilbao

Paris, Texas es una película franco-alemana del año 1984, dirigida por el alemán Wim Wenders, hablada en inglés y rodada en Estados Unidos. El título de la película se refiere a un terreno baldío que hay en la ciudad llamada Paris en el estado de Texas y que se relaciona con los recuerdos del protagonista.

Según algunos críticos, la película es reconocida, entre otras cosas, por la forma como captura el espíritu de Texas mostrando de manera "majestuosa" los paisajes gracias al trabajo entre el director y el director de fotografía Robby Mülle y por la música de guitarra producida por Ry Cooder.


Argumento:

Cerca de la frontera mexicana en Texas un hombre que padece de amnesia aparece en el desierto. Después de caminar por días se desploma y es llevado a un centro de salud donde se conoce que el hombre se llama Travis (Harry Dean Stanton) y ha estado perdido por cuatro años. Es entonces cuando acude su hermano, quien lo habría reportado como desaparecido años atrás y lo lleva hacia su hogar en Los Ángeles. Travis descubre que su hijo Hunter se crió con su hermano y la esposa de éste, quienes nunca ocultaron que Travis era su padre desaparecido. Travis se hace amigo de su hijo y lo convence de ir con él en busca de su esposa y madre del pequeño de nombre Jane Henderson (Nastassja Kinski). Siguiendo una pista dada por la esposa de su hermano, Travis encuentra a Jane en Houston y descubre que tiene un empleo poco digno. Se decide a contactarla y juntos reviven su pasado. Travis deja el niño al cuidado de Jane.




ciclo DE CINE Y MEMORIA: MEMENTO

Ciclo DE CINE Y MEMORIA: MEMENTO
24 de Febrero 2010 en Pulimentos del Norte. Bilbao

Memento es una película de suspense estrenada en 2000, nominada al Globo de Oro por mejor guión y nominada a dos Premios Óscar (por su guión original y edición). El guión de Christopher Nolan está basado en un relato llamado memento mori (en latín, "recuerda que eres mortal"), escrito por su hermano Jonathan. Una de las mayores peculiaridades de la película reside en su línea temporal, la cual en vez de ser lineal va hacia atrás "a saltos", mostrando según avanza la película las causas de lo ya visto, en vez de las consecuencias. Entre éstas, hay escenas en blanco y negro que progresan en orden normal, pero intercaladas en mitad de la historia. Al llegar al final de la cinta, se aúnan.

Memento es la historia de Leonard, quien sufrió un trauma cerebral que le causó amnesia anterógrada. Leonard es incapaz de almacenar nuevos recuerdos, sin embargo, posee memoriasensorial y recuerda cómo realizar las acciones cotidianas. Para "recordar" los sucesos de su vida crea un sistema usando fotos instantáneas para tener un registro de la gente con la cual se relaciona, dónde se hospeda y otros elementos básicos para el desarrollo de su vida. Además de las fotografías, también toma notas y se tatúa pistas del asesino de su esposa, a veces demasiado ambiguas. Leonard busca vengarse del hombre que violó y asesinó a su mujer, y que le provocó su enfermedad, a la vez que se siente culpable por no haber creído en Sammy, otro personaje que sufrió su mismo problema.