martes, 2 de marzo de 2010

Memorias tecnológicas




Un amigo al que conozco hace tiempo ha vuelto de Barcelona donde vive desde hace ya 15 años para visitar a su madre que vive en Bilbao. Esta mujer de 75 años está perdiendo la memoria. Aun conserva relativamente bien el recuerdo de los hechos pasados, pero olvida como un pez todo lo que acaba de ocurrir. Le han mandado a unas clases de ejercicios memorísticos.
Estos casos son cada día más frecuentes. La esperanza de vida ronda los 80 años –en las mujeres vascas la sobrepasa- y con la edad perdemos nuestra memoria. Más exacto es decir que nos cuesta más fijar las cosas en nuestra memoria. Cuando la memoria falla nos encontramos desnudos frente al mundo. Nos parece que las cosas no están completas, estamos desorientados. Es por esto y naturalmente para mejorar nuestras capacidades que utilizamos memorias artificiales o tecnológicas.
Desde tiempos remotos el hombre a buscado sistemas para preservar los recuerdos. 
Platón hablaba en contra de la escritura –como sistema de preservar la memoria- pues opinaba que esta acabaría con la inteligencia. Si no fuera por la escritura difícilmente sus “inteligentes” apreciaciones habrían llegado hasta nuestros días.

En el film “
Memento” del inglés Christopher Nolan, su protagonista, Leonard ha perdido para siempre la memoria reciente. Cada vez que abre los ojos al despertar se encuentra en un sitio desconocido para Èl. Lo único que es capaz de recordar es a su esposa moribunda tras haber sido violada. Desde aquel día se ve obligado a utilizar medios artificiales –memorias tecnológicas- con el fin de hacer permanecer sus recuerdos. Su objetivo desde el trágico día, es acabar con el asesino de su mujer; para no olvidarlo se hará tatuar en su cuerpo el nombre del asesino y su intención de venganza. Vemos en la película la importancia de la memoria incluso para hacer las cosas más simples. Con el fin de suplirla utiliza notas escritas y una cámara Polaroid de fotografía instantánea. Las fotos que toma son su principal referencia. Sólo a través de ellas sabe quién es amigo y quién enemigo, dónde estuvo o cuál es su coche. Nuestra memoria funciona todo el tiempo, Èl al tener que substituirla por fotografías debe seleccionar sus momentos cumbre, lo que de verdad le parece importante recordar.

Una de las historias de las que forman la película “
Mistery Train” de Jim Jarmush, la titulada Far from Yokohama (Lejos de Yokohama) est· protagoniza por una pareja de japoneses Jun y Mitzuko. El chico saca fotos de las habitaciones de los hoteles. Ella le pregunta por qué y Èl le responde que porque piensa que las otras cosas ya las recordará, mientras que esto se perderá. La herramienta para guardarlas es una cámara compacta de fotos para aficionados. Nada de profesionalidad ni de intención artística. Una cámara de esas que son la versión moderna de la primera Kodak. “Tu simplemente disparas y nosotros hacemos el resto”. 

Si en el caso de “Memento” la elección refuerza y destaca un momento o un hecho que se consideran memorables, en este caso se trata de hacer memorable lo que en principio no lo sería.

En “
Paris, Texas” de Wim Wenders, Travis, su protagonista, parece no acordarse de lo que ha sucedido en los últimos cuatro años. Su hermano pone una película en superocho, un film familiar, grabado años atrás donde aparecen los dos hermanos, las esposas de ambos y el hijo de Travis, Hunter. Esta película ayuda al protagonista a recordar y a hacer florecer sus sentimientos.
Su hijo, muy pequeño cuando Èl se marchó, le reconoce a través de Èsta misma película. Conoce a su padre porque ha visto la película y le han contado que Èse es su padre, más que por el recuerdo de la imagen de su padre que Èl pueda tener.
Siguiendo con “Paris, Texas” vemos también como Travis lleva una foto de una parcela en Paris (Texas), el lugar donde fue concebido. Algo que primero forma parte de su historia personal, y a partir de ir al lugar y tomar esa fotografía también de sus recuerdos. Recuerdos contados e historia primero y luego también recuerdos visuales, reforzados además por la fotografía.
También lleva unas fotos de 
fotomatóndonde aparece junto a su mujer y su hijo. Lleva sus recuerdos en el bolsillo, diríamos. O más exactamente lleva la llamada a sus recuerdos en forma de fotografías en el bolsillo.

A través de estos ejemplos vemos como la fotografía o lo mismo el superocho, como cualquier imagen técnica o registrada favorece el recuerdo, el reconocimiento, la reconstrucción del pasado

Tan difícil como recordar, o aun más, es olvidar lo bien aprendido o memorizado. Cuanto más nos empeñemos en olvidar algo, más nos costará alcanzar nuestro objetivo.

En el film “
Eternal Sunshine Of The Spotless Mind” (Olvídate de mí) guionizado por Charlie Kaufmann y dirigido por el francés Michel Gondry, su protagonista Joel Barish (Jim Carrey) sufre al saber que su exnovia Clementine Krucynski (Kate Winslet) se está sometiendo a tratamiento para borr·rselo de la memoria. Actualmente científicos norteamericanos trabajan en este campo del olvido a través de la medicina. En 1988 James Black recibió el premio Nobel por el descubrimiento del propranolol, una substancia que ayuda a las personas que no pueden llevar una vida normal al no poder olvidar algún trágico suceso. Para borrar a alguien de nuestra memoria no basta con romper las fotos que nos hicimos en su día. Pero es una forma de empezar.

Txema Agiriano. Publicado originalmente en 9cDR es rüido bLando! el 6 de Febrero de 2005

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